- ¿Y si me acompañas un ratito?

Uso sus lindos ojos grises para tratar de convencerla, mirándola beber con una sonrisita.

- Podríamos ir juntas, aprovechar a comer y bailar en la fiesta. Luego, te puedes ir cuando quieras con eso que haces tu al mejor estilo ninja.

Refiriéndose a cuando desaparece de repente. A Tabi le parecía genial.