—¿Apenas?—

-Tal vez lo estaban engañando sus ojos, sin duda tenía un gran camino por delante, este encuentro fortuito le había abierto los ojos-

—Muchas gracias Sir Tristán, mi nombre es Daeir Glidewulf, Paladín de la Humanidad y por el bien de mi cruzada este encuentro me ha demostrado que tengo un camino muy largo por delante—

-El joven le hizo una reverencia al caballero como si estuviera reconociendo al hombre que tenía delante de él-

—Espero poder honrar el legado de los Caballeros del antaño acercándome al poder que ustedes portaban en vida, aunque no cuente con un arma legendaria o con el nivel del magia que poseían ustedes—