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DR1576984 · M
Al cabo de unos momentos de servir a varios de los comensales que con frecuencia visitaban su establecimiento, notó que las meseras y otros ayudantes ya se encontraban ocupados, y con una mirada pudo notar que aquella chica que le fotografió momentos atrás parecía estar sin recibir atención. Suspiró, negando para consigo mismo antes de acercarse a la mesa de esta. Antes de llegar, relajó sus expresiones, al final del día se trataba de un cliente.
— Bienvenida al Obsequio del Ángel.
Pasó a entregarle lo que parecía un pequeño libro que servía de menú, así como colocaba un porta vasos de madera sobre el cual colocó uno de cristal, lleno de agua y hielo. Entonces del bolsillo frontal de su camisa sacó una pluma, y de uno de los de su pantalón una libreta.
— ¿Qué puedo servir para usted el día de hoy?
— Bienvenida al Obsequio del Ángel.
Pasó a entregarle lo que parecía un pequeño libro que servía de menú, así como colocaba un porta vasos de madera sobre el cual colocó uno de cristal, lleno de agua y hielo. Entonces del bolsillo frontal de su camisa sacó una pluma, y de uno de los de su pantalón una libreta.
— ¿Qué puedo servir para usted el día de hoy?
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