A Diana no le gustaría saber que sigues usando pistolas reales como si fueran juguetes - Imitó la voz de su hermano de manera burlona, y negó varias veces con la cabeza para apartar la idea de hacerle daño de alguna manera, no era un tipo extraño de un bar al que le podía partir la cara por querer darle una lección, era su sangre, eso lo salvaba de muchas cosas, hizo un gesto de enfado y volteó a ver el agujero de la bala- Tampoco le agradaría saber que te gusta jugar al doctor con Dahra, y aquí estamos, ¿me ayudas a conseguir pintura?, - podría pedirle a alguien que arreglara la marca en la pared, pero estaba aburrido y pese a todo le agradaba poder valerse por si mismo, o lo mas cerca que estuviera de eso.-