Frunció el entrecejo y se aclaró la garganta, llevando las manos detrás de sí mismo antes de continuar.-Esta es una dimensión espejo a la que he sido arrojado por una chica de mejillas tatuadas, ropa estrafalaria y desordenado cabello rubio, su nombre no podría importarme menos pero tiene una especie de varita mágica y parece conocerles porque me confundió... bueno, con él.-Señaló con la cabeza hacia el muchacho.-Tengo dos teorías igual de posibles. En este mundo existe una máquina que tiene la intención de abrir portales a otras dimensiones, quizás ya terminada o en desarrollo, necesito que me lleven a ella. En caso de que no exista, o simplemente no tengan idea de algo así porque claro por qué deberían, debo preguntar ¿tienen a uno de estos?-Rápidamente levantó la mano izquierda y atrapó al triángulo entre sus dedos para bajarlo al nivel de los ojos ajenos, sujetándolo menos violentamente que su hermana.
