𝑻ranquila comenzó a balancear sus piernas, escuchando a la mayoría hablar de cosas que no le causaban el mayor interés, y es que para Candy algunas cosas eran tan simples que no llamaban su atención, acepto el ir a aquel lugar solo porque estaba abierta a experimentar nuevas cosas, pero de allí a sentirse cómoda estaba tan lejano.
Deseaba ir a casa, pero ¿como regresaría? ni siquiera sabe como llego pues la pasaron buscando y esos compañeros están tan distraídos que ¡Sorpresa! la dejaron a un lado.
𝐔na ves estuvieron cerca de la sala de estar escucho otra voz familiar, pese al alto volumen en los parlantes que retumbaban en su pecho de una forma que creía su corazón se vería afectado. —Cinnamon¿Ese no es Izana?— Indago, osea habia estado en la fiesta y ahora es que se daba cuenta que había dos personas que conocía... Fue un poco despistada a lo que dejo escapar un suspiro y tomo uno ponke que le entrego un compañero comiéndolo. —Me trajeron aquellos de allá.—
Aclaro mientras comía echando un vistazo a aquel grupo, aun no podía quitarse de la mente que quería estar en casa. Ho tal ves... No ese seria ambicioso de su parte, así que mejor pisaba con fuerza manteniendo los pies en el suelo.
