-Miró al mayor después de escucharle hablar, bufando un poco por el tema de los deberes.-
… Jmp.
-Tomaría luego aquella carta que "Su majestad, la Reina de Inglaterra" le había hecho llegar. Abre la mencionada para leer el escrito, mientras escuchaba atentamente la variedad de platos que habría para su cena.-

Por lo que puedo ver aquí, la Reina necesita erradicar cierta... Plaga, en Birmingham. Parece que la prosperidad industrial está acompañada con un alto índice de criminalidad. Es una pena.
-Dice por último para sí mismo, teniendo recargado el mentón sobre el dorso de su siniestra. Después de asimilar el recado, el joven conde se pararía del asiento para acomodar la carta con todo y sobre, en la bandeja de plata donde se suelen llevar estos mismos. Acto seguido, sacudió con unas cuantas palmadas sus guantes negros y el resto de su atuendo, intentando plancharles un poco antes de salir del despacho para encontrarse con su mayordomo en el comedor principal de su recinto.