/El corazón latió con fuerza, una calidez interna tan agradable que siempre traían las respuestas ajenas. Carmen brinda un beso más, esta vez llevando la mano libre hasta su mejilla en una suave caricia.

Puedes escucharlo de mi las veces que quieras. No importa si no lo dices pronto, yo estaré a tu lado, feliz de acompañarte donde quiera que estés.