Tomó un cigarro de la cajetilla sin siquiera pedir permiso alguno. Fue hasta donde Alux, deteniéndose a su lado. De su bolsillo sacó un encendedor, con el que prendió el cigarro de Alux. Entonces acercó su propio cilindro al ya prendido del otro, iluminando la punta con el fuego. Inhaló, llenando su garganta y boca del humo. Le dedicó una sonrisa antes de soltar el aliento, viendo la nube formarse entre ellos.
