El desastre que dejarían en la cocina era lo que menos le importaba a Bruce, sabía que valía la pena el pasar tiempo con ella así fuera haciendo tonterías juntos, sabía que valía la pena pasar por un gran regaño por parte del Alfred por Selina, ella lo valía, lo valía realmente. ¿Acaso se estaba encariñando de más con ella? ¡Qué locura!, sabia lo riesgoso que podría ser eso para ambos ya que cada uno había elegido un camino diferente, sin embargo eso no les impedía seguir siendo amigos, además de que ella le había demostrado todo su apoyo incondicionalmente, el pelinegro siguió cubriéndose con el sartén de la harina que la felina le lanzaba.
-¿Lento? ¡Eh!.-
Respondió retando a la contraria y se impulso para subirse a la mesa y así acercarse lo suficiente para con su mano contraria arrebatar el sartén que sujetaba la castaña.[...]
