°Habia tomado ese día para entrenar en su arte. A pesar de ser una divinidad no subertimaba el potencial de un cuerpo y mente bien entrenado, con precisos movimientos práctica unos golpes lanzados al aire.

Este se detuvo por un momento y tomo una posición neutral, su semblante cambio a uno más tranquilo al notar la presencia de un espectador. Pero este espectador era alguien que ya conocía. Dirigió su mirada a la joven, dando paso lentos para acercarse a la misma.°
—Vaya que sopresa tan agradable. Señorita Aqua, un placer tenerle aquí presente.—