Se hace silencio. El eco de su golpe resuena en el espacio vacío de aquél cuarto de invocación. Pasados unos segundos, la azabache se gira para mirarla por encima del hombro.
— Es... raro que un nivel de vínculo tan bajo se empiece por este tipo de contacto físico. Me imagino que tendré libertad de hacer lo mismo en el futuro cercano...