Se incorporó quedando erguida frente a la pelirroja, llevó sus manitas a sus bolsillos mostrando un temple sereno y tranquilo.

— Debes guardar la calma, seriamente está haciendo alguna diligencia importante y por eso no sabes de él, tranquila, ya aparecerá. —

Intentó mostrar una sonrisa, aunque reconfortar a los demás no se le daba muy bien.