Buenño... -Dijo por un costado de su boca, pues mantenía el otro ocupado masticando una de sus magdalenas. Casi se veía verdosa, pero lucía tan esponjosa como horneada al momento. Había triunfado su impaciencia, además, tenía hambre para esas horas. Masticó unos segundos para tragar de un botijo.-

Hola a ambos. -Comentó.-
Si a alguno le importa, me llamo Hakku, proveedor de Bani.
Vivía en una isla hasta que los nativos la proclamaron santuario sagrado. Si pues, ahora no tengo casa. Qué más agregar,... Y... Me gusta comer. Y eso hago ahora. -Sacó otra magdalena, que sin mucha instancia, empezó a degustar, con ojos adormilados. Parecía creer haber dicho lo más sustancia acerca de él. Al a interrogante del muchacho de nombre Heros, respondió encogiéndose de hombros. No tenía idea, pero si el viaje no lo sorprende, sería la misma Bani, de eso estaba convencido. Aunque quería algo de adrenalina.-

¿Somos todos o se nos unirán en el camino? -Inquirió en cuanto tuvo la boca vacía.-