-Su visión quedó tan atónita como su respiración al dar con tal destino paradisíaco. Tardó en recapacitar cómo llegó a ahí, no se acordaba haber seguido hormiguitas tan lejos desde casa. Quizá fue jugando a las escondidas o algo así. Él siempre había sido muy curioso. El lugar le gustó mucho, la madreselva cubría de un verde viviente en cada rincón, en cada ángulo. ¡Qué bonito era! Y además estaban sus otros amigos. Quería explorar todo el campo y jugar mucho, esperaba no preocupar a su mamá.-
¡Bani, aquí estoy! ¡Hola chicos!
-Saludó en primera estancia a la pequeña pelirroja, disparando su mano hacia arriba y agitándola como las hojas de los árboles contra el viento. Mientras sonreía dulcemente a todos.