★ De aquellos silencios que parecían una eternidad, la umbrosa y sombría presencia de Azrael dio un lóbrego paso hacia adelante deteniéndose por propia voluntad para encarar al infame visitante que no solo le había incordiado con preguntas toscas, sino que ahora parecía querer amenazarle. ★

Tus creencias y tu credo me tienen sin cuidado. Si tanto afirmas que mi presencia es indeseable para tu raza. ¿A qué viniste con esos aires de grandeza a cuestionar incluso mi propia existencia?

★ El arcángel se mantenía inexpresivo e impávido como siempre, no emulaba ningún tipo de emoción por lo que era difícil prever o anticipar cualquier acción de su parte. ★