Ya no era capaz de percibir energías, tampoco de oler a la distancia, ahora era una simple humana, sin embargo sus recuerdos estaban intactos y reconoció la voz de la pelirroja. ¿Cómo olvidarla? Habían vivido muchas cosas juntas en la infancia, por lo que volteó apenas la escuchó.

— ¿Sabes bailar? Estaría encantada de aprender, un amigo me ha dicho que tengo dos pies izquierdos—