—Está encantado por la forma en que lo hace, lento y disfrutando de lo que hay, por eso mismo vertía más chocolate en su pene cuando ella lo comía para volver a cubrir la carne y así mantenerla por más tiempo dándole amor a su verga. Cuando el glande fue atrapado por esos carnosos labios, movió ligeramente la cadera buscando meterlo un poco en su boca pues ansiaba que se lo mamara.—

Estás encantada con tu comida y yo estoy encantado de que te guste. Te daré de comer chocolate todos los días.~