Pues ¿Si tenemos hambre nos comeremos entre nosotros? -Le pregunto, con un ápice de reflexión, mientras se mantenía quieto en su lugar, al menos por un rato, la trenza era algo extraño en el, pero no le interesaba como le quedara, mas bien, ya estaba harto de esto- Me averguenzo de muchas cosas, tienes razon...y sobre lo que dijiste....

-Se volteo con rapidez, acechando a la jovencita con casi violenta mirada, aunque jugueton en el fondo, a pesar de que solo Angy podria ver algo tierno en ese joven delgado, ojeroso y con cara de pocos amigos.- Tengo hambre...dame un pedazo.

-Se lanzo sobre ella, y sus manos, dispuesto a morderle sin demasiada fuerza las muñecas, en forma burlona por su primer comentario. De verdad era algo bizarro en aquella ocasión-