— Tú... All For One — fue notorio el rechinar de los dientes del portador del One For Allá, All Might. La rabia se notaba en su expresión facial, así como en la tensión muscular de su fisionomía.

— He venido a detenerte y llevarte ante la justicia. No es por venganza, es el llamado del deber. Renuncia a tus actos tan nocivos para el mundo —dijo con voz autoritaria y señaló al hombre frente a él con el índice. Sabía de antemano que las palabras no funcionarían contra él, pero se guiaba por la frase: "bajo aviso no hay engaño".