-El adulto mantiene su vista fija en la menor, con un gran brillo de ilusión y cariño irradiando de aquellas ancestrales orbes celestinas, tratando de no perder detalle alguno de aquel inocente baile camuflado de "entrenamiento", pues no quería, NO se atrevía a perder un solo segundo al lado de su hija, y eso, le hizo soltar una gran carcajada que llevó a darle otro giro a la tierna princesa de Arendelle-
¡Excelente! Y en el proceso, me muestras una vez más que puedes danzar como toda una princesa~
