Entonces lo que Alex había pensado era probable que sucediera! Su monólogo en sus pensamientos eran correctos, era un buen ejercicio para planificar que decirle al padre de Eyra cuando lo viera.

La azabache sonríe ladina acariciando esas caderas atrayendola en un movimiento que provocaba vaivenes en Eyra.

— También quiero que me digas así... Papi...

Se concentraba mirando ese pecho acercando sus labios besando el medio de forma dulce mientras que provocaba en Eyra aquel movimiento seductor.

— ¿Por qué estaría molesto con la persona que te ama? ~

Eyra se veía linda molesta, que ganas de pegarla al techo ~.