-Se sorprende cuando escucha el cumplido de sobre sus ojos y mira al menor.- No me lo puedo creer que acabaste de decirme. Muchas personas me odian por mis ojos. Dicen que no es normal para que una persona japonesa tiene este color de ojos.



-Cierra sus ojos y le muestra una sonrisa serena mientras apoya su mano en la cabeza del joven.- Muchas gracias, eres muy amable. Puedes guardar el pañuelo. No es necesario que me lo devolveras pero en cambio puedes decirme tu nombre pequeño.