Ammit era la personificación de la retribución divina. Se sentó junto a las escamas de Ma'at lista para devorar las almas de aquellos considerados indignos. Aquellos lo suficientemente desafortunados como para fallar en la prueba sufrirían la temida segunda muerte, y no tendrían ninguna oportunidad de la vida dichosa del campo de juncos, sino que vagarían inquietos por la eternidad.
Su nombre, generalmente se traduce como “Devoradora”, y era conocida como “Devoradora de millones”. Generalmente se la representaba como un demonio con la cabeza de un cocodrilo, el torso de un león y los cuartos traseros de un hipopótamo, los tres animales "devoradores de hombres" más grandes.
Aunque se la conocía como un demonio, en realidad era una fuerza del orden. Además, a cada persona se le dio al menos la oportunidad de defender su vida antes de ser consignada a la condenación eterna. También había una serie de hechizos y amuletos que el difunto podía usar para aumentar sus posibilidades de éxito.
