— ¿No notaste el aura que desprendía aquel ser Celestial? Lo primero que debes aprender, es a ver más allá del plano astral. El arcángel de la muerte, los agónicos estribillos de las almas en pena que arrastraba consigo eran desesperantes. — La sonrisa en el rostro de la bruja, era el perfecto complemento a una sensación de satisfacción indescriptible. — Aquellos eternos lamentos y sollozos eran una sinfonía letal. — Con mesura, sujetó el pequeño libro que guardaba en los bolsillos de su amplio vestido, del tamaño exacto de la palma de su mano y a su vez, ligero. Lo hojeo por breves minutos y enseguida, volvió a cerrarlo, dirigiendo su mirada a ella. — Ya está decidido, iré en busca del Lemegeton. Dime una cosa, Ira ¿Has oído hablar de la existencia del Ars Paulina y el Ars Goetia? —
— Tu argumento es pobre y no está cerca de convencerme. Creo que puedes hacer algo mejor que eso. Algún tipo de... Intercambio equivalente ¿Qué me puedes ofrecer tú, a cambio del conocimiento del universo que te daré yo?
El conocimiento mientras más es mejor. Solo digamos que quiero conocer al mundo, sus misterios, engimas y ver lo que está más allá de todo. En mi soledad solo un buen libro me da compañía aunque podría pelear por ello si es necesario.
